La copa menstrual y el tampón son productos de gestión menstrual que funcionan cuando se ponen dentro del canal vaginal. Sin embargo, hasta ahí llega el parecido. Entre ambos hay grandes diferencias: para tu economía, el medio ambiente y hasta para tu salud. En este artículo te decimos por qué es mejor usar una copa menstrual en lugar de tampón por medio de una comparación entre distintos aspectos: su precio, materiales, seguridad, facilidad de uso, entre otros.
Cómo funcionan la copa menstrual y el tampón
Los dos se colocan dentro del canal vaginal. La mayor diferencia entre ambos es que la copa menstrual recolecta la sangre, como un vaso con agua. Lo que hace el tampón es absorber, como una esponja. El problema es que el tampón también absorbe otros fluidos que se encuentran en tu vagina. Esto reseca las paredes vaginales, interfiere con el pH y en general pone en riesgo tu salud vaginal.
La copa menstrual está hecha de materiales inocuos para la vagina. No interfieren con su humedad natural y permiten que todo fluya para evitar infecciones.
Medir la cantidad de sangre
La copa menstrual es transparente y suele tener varias marcas para medir los mililitros de sangre que recoge. Esto es muy útil, porque lo normal es expulsar entre 30 y 60 ml de sangre por ciclo. Si llegas a medir más de 80 ml se considera que tienes flujo abundante. Poder llevar un registro de la cantidad de sangre que expulsas puede ayudarte a identificar cualquier problema.
Con el tampón solo puedes hacer una estimación. Si usas más de 6 al día, o tienes que cambiarte en menos de una hora, tu sangrado es abundante. Pero es todo, no tienes otra forma de saber exactamente la cantidad de sangre que sale.
Los materiales de la copa menstrual y el tampón
La copa menstrual suele estar hecha de silicona de grado médico. Esto significa que ha sido revisada para comprobar que no tiene ningún aditivo. Este material también se utiliza para los implantes mamarios, dispositivos subdérmicos o catéteres, lo que garantiza que puedes usar la copa con total seguridad. Es material que puede entrar en contacto con tejido vivo sin dejar residuos.
Con el tampón pasa todo lo contrario. Prueba meterlo a un vaso con agua: se deshace y comienza a soltar fibras o motas blancas. Estos residuos pueden tener cloro, que se usa para blanquear el material. También puedes encontrar rayón o viscosa, fibras sintéticas de baja resistencia, especialmente en ambientes húmedos. En general, los materiales del tampón alteran el equilibrio de la zona vaginal.
El costo
La copa menstrual tiene un precio que inicia entre los 700 y 800 pesos. Lo que hay que tomar en cuenta es que el gasto se hace en una sola ocasión. No tendrás que volver a gastar un solo peso en el tiempo de vida útil de tu copa. Y este tiempo puede ser de hasta 10 años, así que a la larga gastas mucho menos que con otros productos de gestión menstrual.
Una caja de tampones ronda los 40 o 50 pesos por 10 o 14 unidades. Dado que se menstrúa alrededor de 40 años e imaginando que se usara una caja por periodo, estaríamos hablando de 480 cajas a lo largo de tu vida. El gasto mínimo sería de 19,200 pesos por usar tampones.
Comparado con los 2,800 que te gastarías usando la copa menstrual toda tu vida... pues ya no suena tan caro, ¿cierto?
Impacto al medioambiente
Entre tampones y toallas sanitarias, una mujer puede generar 9600 residuos plástico a lo largo de su vida. Todo ese material es, a final de cuentas, no biodegradable. Toma en cuenta también los aplicadores del tampón, la envoltura de las toallas sanitarias, etc. La copa menstrual te puede durar hasta diez años y no es necesario usar aplicador o envolturas plásticas.
Más allá de la basura que se genera, los tampones y toallas sanitarias impactan de manera importante al medio ambiente, porque no se pueden reciclar. Incluso deshacerse de ellos causa daño, porque al quemarse los residuos pueden emitir gases tóxicos.
La copa menstrual, por el contrario, sí es biodegradable. La silicona médica que se utiliza para su fabricación puede ser incinerada y la arena que queda no impacta negativamente al ambiente, pues se degrada con el paso del tiempo sin emitir sustancias nocivas o convertirse en microplástico.
Síndrome de Shock Tóxico
La diferencia más importante es que la copa menstrual no está asociada con el Síndrome de Shock Tóxico. Pero los tampones sí que lo están. Las posibilidades de sufrirlo se hacen mayores cuando se usan tampones de gran absorción o cuando se quedan puestos más de 4 o 6 horas.
Las instrucciones de los tampones te indican elegir la absorbencia más baja, cambiarlo cada 8 horas cuando mucho, no usarlo entre periodos y conocer las señales de advertencia del Síndrome de Shock Tóxico para poder acudir al médico de ser necesario.
En cambio, la copa menstrual puede estar en tu cuerpo hasta 12 horas sin mayor problema que el que empiece a salir la sangre. Con una higiene adecuada, puedes vaciar tu copa cuantas veces quieras y volver a usarla sin riesgo de infecciones.
Después de esta comparación entre tampones y copa menstrual sabemos que no queda duda de que la copa es la mejor opción de producto de gestión menstrual. El tampón tuvo su momento, pero las desventajas son mucho mayores que las ventajas que pudiera tener usar la copa menstrual. En IPM tenemos tres tallas de la mejor calidad, hechas en México y totalmente certificadas.