Las cirugías que modifican el funcionamiento del cuerpo pueden tener resultados muy distintos en cada paciente. En el caso de la ostomía podremos reconocer que hay numerosos factores que intervienen en el resultado final. Por eso es importante conocer los distintos tipos de bolsa de colostomía, para seleccionar la que mejor se adecúe a las necesidades de cada quien.
Los tipos de bolsa
Después de una ostomía, las heces saldrán por una nueva abertura en el cuerpo que se llama estoma. En adelante ya no será posible sentir ni controlar el momento en que los desechos salen del cuerpo. Por eso el paciente necesitará utilizar una bolsa de colostomía, para recolectar las evacuaciones del cuerpo. La bolsa también se encarga de retener los malos olores y proteger la piel alrededor del estoma.
Las bolsas de colostomía pueden dividirse según dos clasificaciones:
- Bolsa abierta o bolsa cerrada.
- Bolsa de una pieza o bolsa de dos piezas.
Bolsa de colostomía cerrada
La característica principal de este tipo de bolsa es que no cuenta con ninguna salida para evacuar las heces. Por eso se le llaman cerradas, porque no se pueden vaciar. Esto significa que cuando la bolsa está llena se desecha por completo y se coloca una nueva.
Este tipo de bolsa es recomendable cuando el usuario expulsa las heces una sola vez al día, pues así el cambio se realiza únicamente cuando esta se haya llenado. La bolsa cerrada también puede ser muy útil en un viaje, durante los momentos íntimos (pues no hay pinzas o cierres), o incluso para nadar.
Si al paciente se le realizó una ileostomía no es tan recomendable este tipo de bolsa, pues las evacuaciones son más frecuentes y el usuario debería llevar consigo bolsas adicionales. Esto sin contar las bolsas de plástico que podría llegar a necesitar para desechar la bolsa que se llenó.
Bolsa de colostomía abierta
Una bolsa abierta se puede abrir en la parte inferior para deshacerse de las evacuaciones. De esta manera deja de ser necesario quitar la bolsa cada vez que se llena, por eso también la llaman "drenable". Como no es necesario retirarla para vaciarla, la bolsa puede permanecer adherida a la piel durante varios días, disminuyendo la irritación.
Las bolsas abiertas o drenables son una excelente opción para las personas que pasaron por una ileostomía. Como sus evacuaciones son más frecuentes pueden simplemente vaciar las heces sin tener que pasar por el proceso de retirar toda la bolsa y colocar una nueva.
Existen diferentes tipos de cierre para las bolsas de colostomía abiertas:
- De pinza: Es la clásica y la preferida por muchas personas por la seguridad que proporciona.
- De cierre integrado: Existen modelos que incluyen un sistema de apertura/cierre que permite cerrar la bolsa sin necesidad de una pinza, pero con la misma seguridad que ésta.
Bolsa de colostomía de una pieza
Este tipo de bolsa es la que lleva de forma integrada la base que se adhiere a la piel, también llamada "barrera cutánea". En este caso, la barrera cutánea está hecha de resinas naturales o sintéticas llamadas hidrocoloides. Estos permiten que la bolsa se pueda adherir rodeando el estoma, consiguiendo dos cosas:
- Evitar la humedad e irritaciones en la piel que se encuentra alrededor del estoma.
- Mantener la bolsa adherida adecuadamente.
Cuando este tipo de bolsa está llena se desecha quitando el sistema en su totalidad. Es decir, hay que quitar la bolsa con todo y barrera cutánea (pues se encuentran unidas) para colocar una nueva bolsa de colostomía.
Bolsa de colostomía de dos piezas
La bolsa de dos piezas se llama así porque es un sistema formado por dos partes:
- La barrera cutánea: es la parte que se adhiere a la piel que rodea al estoma.
- La bolsa: que se encarga de recolectar los desechos y se adhiere a la barrera cutánea.
La barrera cutánea se encarga de proteger la piel. Por lo general incluye un borde que se utiliza para unirla a la bolsa de colostomía. El tamaño de la barrera cutánea está diseñado para ajustarse con exactitud a una bolsa específica, haciendo que el sistema sea un poco menos flexible.
Una gran ventaja de las bolsas de colostomía de dos piezas es que no hay que quitar todo el sistema si se tienen evacuaciones más frecuentes. Solo es necesario quitar la bolsa y colocar una nueva conectándose a la barrera cutánea. Así es menos irritante para la piel que rodea al estoma, pues una vez adherida, la barrera cutánea se queda en su lugar sin importar cuántas veces haya que cambiar la bolsa.
La bolsa que deberías elegir
Sin importar el tipo de bolsa que sea, las bolsas de colostomía son ligeras y descansan de manera plana contra el cuerpo. Al estar disponibles en distintos estilos y tamaños es importante elegir la mejor tomando en cuenta las necesidades de cada paciente. Por eso es importante contar con la asesoría de un médico o enfermera que se especialice en heridas y ostomías, para reconocer la situación individual del usuario y poder recomendarle la bolsa de colostomía más adecuada.