¿Qué son las copas menstruales?

En este artículo te contaremos qué es una copa menstrual y algunas características que la hacen una opción adecuada.

En México el 91% de las mujeres utiliza la toalla sanitaria como producto de gestión menstrual. Sin embargo, poco a poco la copa menstrual se ha abierto camino en el mercado y en la mente de las mujeres que buscan alternativas más cómodas y seguras. En este artículo te contamos qué es una copa menstrual y algunas características que la hacen una opción adecuada.

¿Qué son las copas menstruales?

La copa menstrual es un tipo de producto de gestión menstrual (o higiene femenina) que es reutilizable. Su nombre viene de su forma, pues es una copa pequeña y flexible hecha de silicona. Esta se inserta en la vagina para recolectar la sangre durante la menstruación, no la absorbe. Podría decirse que una copa menstrual es como un vaso con agua, mientras que un tampón funciona como una esponja.

Tu copa puede recolectar más sangre que otros métodos y es reutilizable. Por eso es una opción interesante, no solo por lo cómoda que puede ser, sino también por ser una alternativa ecológica frente a tampones o tallas.

Aunque es más o menos reciente el escuchar hablar sobre la copa menstrual, ya desde finales del siglo XIX aparecen los primeros accesorios que se parecían en forma o función. Pero aún no era su momento, porque suponía una revolución y cambio de costumbres.

Tampoco ayudó que por esa época se patentó otro producto de gestión menstrual: el tampón. No solo era la competencia, sino que contó con todo un aparato de publicidad que incluía un documental producido por Walt Disney.

Fue hasta nuestro siglo donde el cambio de mentalidad permitió que se rescatara a la copa menstrual como alternativa y surgieran numerosas marcas. Ahora ya no es ningún escándalo que una mujer esté en contacto con su cuerpo y somos más conscientes de la basura que generamos. Por eso la copa menstrual entró de lleno a la competencia entre productos de higiene femenina.

Copa menstrual: primeros pasos

Si estás interesada en comenzar a usar la copa menstrual es importante hablar con tu ginecólogo. Aunque nada te impide comprar cualquiera que encuentres en internet o en farmacias, lo ideal es averiguar el tamaño adecuado para ti. Porque sí, existen distintos tamaños y formas para cubrir diferentes necesidades, así que lo mejor será tener en cuenta algunas cosas para tomar la mejor decisión, como...

  • Tu edad
  • La ubicación de tu cervix
  • Qué tan abundante es tu flujo
  • Qué tan firme o flexible necesitas que sea tu copa
  • La capacidad de la copa
  • La fuerza de los músculos de tu piso pélvico
  • Si has tenido hijos o no

En general, las copas pequeñas se recomiendan para mujeres menores de 30 años que no hayan tenido hijos. Los tamaños grandes para mujeres de más de 30 años, que sí hayan tenido hijos por vía vaginal o bien, que tengan un flujo más abundante.

Dependiendo de la cantidad de flujo que tengas puedes usar tu copa durante 6 horas y hasta 12, lo que la convierte una alternativa perfecta para cuando tienes que estar fuera de casa o por la noche. Llegando a las 12 horas debes quitarte la copa, vaciarla y puedes volver a introducirla, aunque si tienes flujo abundante la recomendación es quitarla antes para evitar filtraciones.

¿Por qué usar una copa menstrual?

Hay muchas opiniones sobre el uso de la copa menstrual, pero generalmente estas son las razones por las que muchas mujeres deciden usarla como su producto de gestión menstrual.

  • Es económica: la vida útil de una copa menstrual puede ser hasta de 5 años, por lo que en ese tiempo solo pagarás lo que te cueste la copa. A diferencia de tampones o toallas sanitarias, donde tienes que comprar de forma continua y supone un gasto de hasta 100 dólares al año.
  • Es segura: como recolectan la sangre en lugar de absorberla no hay riesgo de síndrome de shock tóxico, una infección relacionada con el uso de tampones. Además, una copa certificada está elaborada con materiales de grado médico, por lo que tampoco te lastimarán o irritarán.
  • Recolectan más sangre: una copa menstrual puede recolectar hasta 2 onzas de flujo. Los tampones, por ejemplo, solo recolectan un tercio de onza.
  • Son ecológicas: al ser reutilizables y tener una vida útil considerable, no estás generando desechos plásticos cada mes.
  • No hay mal olor: como la sangre no sale de tu cuerpo por ser recolectada en la copa, no entra en contacto con el aire que es lo que provoca el mal olor. Esto suele suceder con las toallas sanitarias, donde la sangre sí sale del cuerpo.

Ahora que conoces las características básicas de una copa menstrual seguro tendrás las herramientas necesarias para buscar la que mejor se adecúe a tus necesidades.